Freelance y Autónomo: Qué son y Diferencias | tax-down
Existen asuntos que generan gran confusión, especialmente debido a la cantidad de información contradictoria, y este es un evidente caso. Sin embargo, estás frente al artículo definitivo, amigo mío, ya que al finalizar su lectura vas a tener tan claras las diferencias entre ser autónomo y freelance que podrás ofrecer una conferencia sobre el asunto y salir genial. Así que, ¡manos a la obra!
¿Cuáles son las distinciones entre ser autónomo y freelance?
La legislación española no menciona en ningún instante al concepto del freelance. Es un concepto que se ha incorporado a nuestro léxico (como sucede con numerosas otras expresiones en inglés, que usamos porque nos parecen más modernas que las españolas) y que gradualmente se ha comenzado a usar como una figura distinta al autónomo, pero que, en realidad, desde el punto de vista legal, no lo es.
Me explico: cuando un individuo lleva a cabo una actividad empresarial o profesional de manera independiente debe cotizar en la seguridad social en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos). Por lo tanto, a la persona que realiza una actividad laboral de forma independiente (que no es un asalariado) se le conoce igualmente como autónomo, ya que se asocia con su modalidad de afiliación. Así de adecuado usamos el lenguaje.
Ahora bien, un freelance también ejerce una actividad por su propia cuenta y colabora con las compañías sin integrarse en su personal. Por ende, al momento de contribuir a la seguridad social, debe hacerlo mediante el RETA de igual forma que el trabajador autónomo.
Y es que conforme a la normativa española actual en cualquier sector (seguridad social, impuestos, etc.) y ante la Administración pública un autónomo y un freelance son exactamente lo mismo, poseen los mismos derechos y deberes y se distinguen ambos:
- Por desempeñar una actividad por cuenta propia (la opuesta de un trabajador).
- Por estar obligados a estar afiliados al RETA (Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia).
- Por tener el deber de cumplir con las obligaciones fiscales que la legislación dispone para los empresarios y profesionales.
Ahora bien, efectivamente, al comunicarnos empleamos ambos términos como ideas distintas porque en realidad les hemos asignado ciertos matices diferenciadores. A continuación lo analizaremos al referirnos a cada uno de ellos, pero concluyo esta sección reiterando que, desde un punto de vista jurídico, autónomo y freelance son exactamente lo mismo.
¿Qué significa ser un freelance?
Cuando nos encontramos con un individuo que realiza su labor de manera autónoma, a menudo lo llamamos freelance cuando se dan estos dos rasgos a la vez:
1.- Desarrolla una actividad profesional, no empresarial.
Un profesional es el que desempeña de forma directa y personal su profesión, para la cual generalmente se necesita una capacitación específica y que tiende a incluir un componente intelectual en gran medida. (Y no, no es necesario ser un hipster)
Por ejemplo: galenos, letrados, arquitectos, creadores, escritores, capturadores,
Se distinguen de las actividades empresariales en que en ellas también se utiliza otro tipo de recursos materiales. Por ejemplo, sería empresario: quien maneja un bar, una tienda, un taller de reparaciones, una empresa de reformas, una fábrica, un electricista, un fontanero.

2.- Realizan colaboraciones puntuales para las empresas a las que prestan sus servicios.
Esto implica que no sostienen una conexión duradera y constante con sus consumidores, sino que más bien trabajan para ellos en momentos concretos o por proyectos, por ejemplo.
Con ciertos ejemplos se comprenderá mejor:
- Un diseñador web, que cuenta con dos clientes regulares para los que presta servicios cada mes no se clasificaría como freelance ya que la conexión con sus clientes es continua y no esporádica.
- Un decorador que ejecuta proyectos específicos para empresas constructoras sí es un autónomo.
- Un peluquero que trabaja por su cuenta no se considera freelance debido a que su actividad es comercial y no profesional.
¿Qué es un autónomo?
El autónomo es aquella persona que lleva a cabo de una forma habitual, personal y directa una actividad económica a título lucrativo. Incluye tanto las actividades comerciales como las laborales.
De este modo, habitualmente reconocemos como autónomo a cualquier persona que labora por cuenta propia, pero que no es un profesional que colabora de manera ocasional con las empresas, ya que si se presentan esas dos condiciones se tiende a llamar freelance.
Como puedes observar, los freelances constituyen un grupo dentro de los autónomos.
Es posible trabajar de manera independiente sin estar registrado como autónomo.
(Ojo con este asunto, ya que no adherirse a la normativa en este aspecto puede acarrear repercusiones muy costosas).
De acuerdo con lo que señala la normativa, deberán estar inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos aquellos que ejerzan de manera habitual, personal y directa una actividad económica con fines de lucro sin estar sujetos a un contrato laboral.
Así que, en esencia, desde que se inicia una actividad empresarial o profesional se debe cotizar a la seguridad social.
En este sentido, la jurisprudencia ha definido un criterio interpretativo sobre lo que se considera habitual y ha indicado que este requisito estaría ausente (y, por ende, no sería necesario registrarse como autónomo) cuando la actividad se lleve a cabo de manera ocasional y no se reciba por ella más del salario mínimo interprofesional anual. Esta excepción no se aplica en ciertos casos expresamente mencionados por la ley, como sucede, por ejemplo, cuando se dispone de un establecimiento abierto al público.
Por tanto, la obligación de cotizar a la seguridad social es exactamente la misma en el caso de freelance que en el de autónomo y únicamente se estará libre de ella cuando falte el componente de la habitualidad.
Por lo tanto, para contestar al título de esta sección, el autónomo que realice dos o tres tareas específicas al año por las cuales perciba menos del salario mínimo interprofesional no tendrá la obligación de cotizar en el RETA; sin embargo, si se dedica de manera habitual a llevar a cabo colaboraciones específicas con diversas empresas a pesar de que sus ingresos sean bajos, sí deberá registrarse.

No importa si eres autónomo o freelance, te asistimos en lo que requieras.
Hemos discutido en profundidad las responsabilidades en relación con la seguridad social y poco sobre las fiscales, ya que verdaderamente no es el propósito de este artículo. Sin embargo, no podemos finalizar sin dejar claro que TaxDown es la solución perfecta para autónomos, sin importar la actividad a la que te dediques. Tómalo en cuenta y recuerda que estaremos encantados de asistirte.