¿Qué es el impuesto sobre hidrocarburos? | TaxDown

Si en algún momento te has cuestionado en qué consiste precisamente el impuesto sobre hidrocarburos o de qué manera influye en tus labores diarias, has llegado al sitio adecuado. A continuación, te detallaremos todo lo que debes conocer acerca de este importante tributo y cómo repercute en distintos aspectos de la vida diaria. 

¿En qué se basa el impuesto sobre hidrocarburos? 

El tributo sobre hidrocarburos es un impuesto que se impone a diversos productos energéticos. Estos bienes, citados en el artículo 46 de la Ley de Impuestos Especiales, pueden ser líquidos o gaseosos y, en su mayoría, se emplean como combustibles o carburantes.  

Algunos de los hidrocarburos más comunes engloban combustibles como gasolinas, gasóleos, querosenos, gases licuados de petróleo (GLP) y gas natural. 

¿Por qué es importante? La razón es que este impuesto impacta de manera directa en el costo que abonas al abastecer el tanque de tu automóvil o al calentar tu casa durante los meses fríos. Se instituyó como un mecanismo para controlar y fiscalizar el consumo de energía, así como para incentivar la utilización de fuentes de energía más limpias y sostenibles. 

¿Cómo se lleva a cabo la recaudación del impuesto sobre hidrocarburos? 

Cada ocasión que haces una parada en una gasolinera para llenar el tanque de tu vehículo o motocicleta, una fracción del costo que estás abonar se destina al impuesto sobre los hidrocarburos. No obstante, ¿cómo se calcula y aplica este impuesto? Procederemos a dividirlo para que lo comprendas de una manera más clara. 

1. Determinación de la base imponible: 

La base gravable del impuesto está vinculada con la cantidad de producto adquirido. Esta cifra se evalúa de acuerdo a distintas unidades, según el tipo de hidrocarburo: 

Miles de litros (para productos líquidos como combustibles y diesel). 

Toneladas métricas (para productos más pesados, como el fuelóleo). 

Gigajulios (para el gas natural, ya que su uso se cuantifica en términos de energía). 

2. Aplicación del tipo impositivo: 

Sobre esa base gravable se implementa un porcentaje tributario determinado por la normativa. Este porcentaje puede fluctuar dependiendo del producto concreto, su nivel de contaminación y otros aspectos ecológicos y económicos que el estado considere pertinentes. 

Asimismo, es crucial señalar que existen «tipos impositivos reducidos» para ciertos hidrocarburos que se emplean únicamente en usos específicos gravados, como es el ejemplo del gasóleo B o C, denominado también gasóleo subvencionado, o el queroseno y el Gas Licuado del Petróleo para propósitos diferentes a los de combustible. 

3. Exenciones y devoluciones: 

El sistema fiscal considera ciertos exenciones y situaciones en las que se puede pedir una restitución del impuesto abonado. Por ejemplo, existen exoneraciones para el gas natural en aplicaciones diferentes a combustible o carburante, para el suministro de carburante en la aviación y la navegación marítima, entre otros. 

Asimismo, en algunos casos, como cuando el producto se emplea para propósitos distintos a los de combustible o cuando se llevan a cabo proyectos piloto de productos menos dañinos, se puede solicitar la devolución de lo abonado por este tributo. 

4. Obligaciones formales: 

Las compañías de distribución y comercialización tienen la obligación de recaudar este impuesto y someterlo al Estado. Para esto, es necesario mantener un registro minucioso de las actividades y entregar periódicamente una autoliquidación, usualmente de manera mensual, a través del modelo 581 y otros documentos pertinentes. 

En síntesis, la recaudación del impuesto sobre hidrocarburos es un procedimiento complicado que intenta armonizar las exigencias tributarias del Estado con los objetivos medioambientales y energéticos del país. La próxima vez que llenes tu tanque, tendrás la certeza de que una porción de ese dinero está favoreciendo directamente el bienestar y la sostenibilidad de la nación. 

Gasolinera representando impuesto hidrocarburos

El gravamen sobre hidrocarburos en el gas natural 

El gas natural es un hidrocarburo que posee cualidades y usos bastante específicos. Debido a que su uso es cada vez más común, es fundamental comprender de qué manera se implementa este impuesto. En la actualidad, el costo de este impuesto sobre el gas natural se está aplicando 0,00234 euros a cada kWh consumido. En otras palabras, si has utilizado 1.000 kWh, tendrás que abonar un total de 2,34€ por este impuesto. 

En esta situación igualmente, si se asigna el gas natural a usos distintos de combustible o carburante, puede estar libre del impuesto. Asimismo, si se emplea en ciertos procesos, como la generación de electricidad en plantas eléctricas, también puede beneficiarse de exenciones. 

El incremento de la carga impositiva en los combustibles 

A través de los años, has podido observar cómo el costo de los combustibles ha ido aumentando. Una de las justificaciones para este crecimiento es la tributación. El Gobierno, en su afán por impulsar la utilización de energías más sostenibles y disminuir la necesidad de combustibles fósiles, ha estado elevando el impuesto sobre estos bienes. 

Este incremento tiene la finalidad de lograr que las alternativas más limpias, como los automóviles eléctricos, resulten más interesantes para ti. A largo plazo, esto podría traducirse en un entorno más puro y una mayor sostenibilidad para nuestro mundo. 

Fábricas representando el impuesto sobre hidrocarburos

Preguntas frecuentes

¿Qué se grava con el impuesto sobre hidrocarburos? 

El gravamen sobre hidrocarburos se establece sobre diversos productos energéticos, especialmente los que se utilizan como combustibles o carburantes. Esto incluye una variedad extensa de sustancias, que van desde las gasolinas y diéseles, hasta los querosenos y el Gas Licuado de Petróleo (GLP).  

Sin embargo, eso no es todo, el gas natural, que va adquiriendo mayor popularidad debido a su menor impacto ambiental en comparación con otros hidrocarburos, también está sujeto a este impuesto. Es fundamental entender que este tributo tiene como objetivo, entre otras cosas, regular la utilización de estos bienes, incentivar la búsqueda de opciones más ecológicas y recaudar recursos que, en numerosas ocasiones, se reinvierten en sectores vinculados al medio ambiente y la sostenibilidad. 

¿Cuándo se abona el impuesto a los hidrocarburos? 

El instante de imposición por el consumo de hidrocarburos es casi instantáneo. Cada vez que llevas a cabo una actividad tan habitual como abastecer de gasolina el tanque de tu automóvil, estás contribuyendo al impuesto sobre los hidrocarburos.  

Pero no únicamente en el ámbito del tráfico, sino que al usar energía en tu hogar, ya sea para calentar o para preparar alimentos, estás colaborando con el pago de este impuesto. Es un impuesto que, aunque no lo percibamos de forma directa, está incluido en el costo que abonamos por el combustible o la energía.  

Por lo tanto, aunque no hayas completado un formulario o realizado una transferencia bancaria específica para este impuesto, cada vez que consumes con estos productos estás realizando tu aporte fiscal vinculado a los hidrocarburos. Es una manera en la cual el Estado obtiene recursos de forma regular y permanente, debido a la elevada demanda y consumo diario de estos insumos energéticos. 

Te brindamos orientación en lo que requieras. 

El gravamen sobre hidrocarburos constituye un componente fundamental en la arquitectura tributaria de diversas naciones. Si bien en ocasiones puede parecer un peso, representa un recurso que busca un equilibrio entre el uso de energía y la sostenibilidad ecológica. Al comprender de manera más profunda su funcionamiento y su impacto en nosotros, podemos realizar elecciones más conscientes respecto a nuestro consumo y ayudar a forjar un futuro más sostenible. 

Confiamos en que este artículo te brinde una comprensión precisa acerca del impuesto sobre hidrocarburos, y si te ha surgido alguna duda o pregunta, contáctanos y nuestro grupo de asesores te responderá con gusto. ¡Un saludo! 

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