Kakebo, el Método que te Ayudara a Ahorrar | TaxDown
Aunque puede parecer el nombre de un filme del cineasta japonés Mizoguchi, la técnica Kakebo es una técnica para conseguir ahorros de manera ágil y eficiente, que ha ganado popularidad a lo largo de los años. Si te interesa, en este artículo te explicamos en qué consiste el método Kakebo.
¿Qué es el método Kakebo?
Fue desarrollado por una japonesa llamada Motoko Hani en el siglo XX, y consiste en un método japonés que implica anotar los ingresos y egresos que vamos acumulando.
Como su nombre sugiere, Kakebo se traduce como “libro de registros”. Su autora ideó este sistema con la finalidad de asistir a las mujeres a gestionar las finanzas domésticas, que en aquel entonces eran las responsables de la economía del hogar, con únicamente un lápiz y papel.
La técnica en sí mismo consiste en dividir, por un lado, los costos fijos, y por otro, los variables, así se puede observar de manera visual cuáles son los gastos indispensables y cuáles se pueden eludir.
Este procedimiento puede no representar un gran ahorro, pero ciertamente nos convierte en más conscientes de dónde proviene nuestro dinero y cuáles son nuestros patrones de consumo que podemos disminuir.
En conclusión, es un procedimiento que nos asistirá en alcanzar nuestros objetivos de ahorro, centrándonos en nuestros desembolsos de tal manera que adquiriremos conciencia de cómo utilizamos nuestro propio capital.

Fundamentos
La base fundamental consiste en estructurar, clasificar y comprender tus gastos. Para lograr esto, lo primero que debemos hacer es anotar al inicio del mes cuáles son los ingresos con los que contaremos. Por ejemplo, el salario fijo mensual. Si no posees un salario fijo y tus ingresos fluctúan, puedes realizar una aproximación estimativa.
Una vez que contemos con los ingresos, redactaremos los gastos fijos que estimamos que vamos a tener en ese mes. En este apartado, incluiremos los gastos que satisfacen las necesidades esenciales y que se repiten mensualmente: adquisición de alimentos, el alquiler o la hipoteca, electricidad, gas, seguros…
Una vez que obtengamos esto, los ingresos y los gastos fijos, el siguiente paso será el de definir qué cantidad reservaremos para economizar cada mes.
Los balances
De acuerdo, ahora ya conoces la cantidad que deseas economizar mensualmente. ¿Y cuál es el siguiente paso? Te lo aclaramos. Una vez que cuentes con tu presupuesto mensual, con la desagregación de los ingresos, los gastos y el ahorro que deseas, es fundamental comprender que los gastos son cambiantes, y se clasifican de acuerdo a la naturaleza del gasto mismo. Este enfoque los distingue en:
- Gastos de supervivencia: gastos esenciales como la comida, agua, electricidad, gas, transporte, etc.
- Gastos culturales: literatura, películas, espectáculos, recitales, etc.
- Gastos de ocio: comidas en restaurantes, excursiones, ir de fiesta, etc.
- Gastos imprevistos: reparaciones, fallos, etc. Este tipo de gastos no se pueden anticipar, sin embargo, es fundamental que los consideremos para que cuando se presenten, podamos responder adecuadamente.
Una vez que hayamos reconocido las categorías de gastos, el enfoque Kakebo indica que existen dos tipos de balances qué deberemos realizar: el semanal y el mensual.
El balance semanal
Al concluir la semana deberemos realizar un resumen de los gastos variables diarios. Al realizar este balance semanal, podremos determinar el presupuesto que dispondremos para las semanas siguientes.
Esto nos permitirá determinar si estamos en la dirección correcta para alcanzar nuestro objetivo mensual.
El balance mensual
Cuando se alcance el cierre del mes, será necesario realizar el balance mensual. En este apartado evaluaremos si hemos alcanzado nuestro objetivo de ahorro.
En el supuesto de que no lo consigamos, podemos examinar nuestras erogaciones para identificar cuáles podemos prescindir, de esta manera, avanzar hacia nuestra meta. No te angusties si no alcanzas la meta, se trata de practicar para mejorar nuestros cálculos de objetivos y gastos.
En síntesis, las etapas a realizar para adherirse al método Kakebo y alcanzar el ahorro son:
- Define cuál es tu presupuesto mensual.
- Controla tus gastos.
- Apunta y registra cada día.
- Balances: semanal y mensual.
- Saca conclusiones acerca de tus metas y la economía.
Ventajas y desventajas
Este procedimiento se ha transformado muy popular recientemente. Con las circunstancias actuales, a todos nos concierne ahorrar y gestionar nuestros gastos de forma eficaz. Analicemos cuáles son los pros y contras de este sistema:
Ventajas
- Es una técnica simple que se ajusta a la economía de cualquier persona.
- Al estar en formato papel, cada persona puede gestionar sus finanzas. sin necesidad de contar con recursos costosos.
- No es necesario poseer un máster en economía, solo deberás entender sumar y restar.
- Nos ayuda a ser disciplinados con nuestra economía propia.
Desventajas
- Implica ser constante. Numerosas personas no alcanzan el final porque omiten los balances y evaluaciones imprescindibles.
- A pesar de que se puede llevar a cabo en formato digital, el fundamento del método radica en utilizar lápiz y papel, por lo que necesitaremos acordarnos de apuntar todo en el documento y no dejar nada fuera. Ah, y asegúrate de conservar las facturas que abones en efectivo para llevar un registro preciso de todo.

Otros métodos similares
Al igual que este enfoque, hay otros que persiguen el mismo objetivo: economizar y existir. conscientes de nuestros costos. Algunos de ellos son:
Regla del 50/30/20
En ella, se menciona que debes asignar el 50% de tus ingresos mensuales a las necesidades esenciales, el 30% a gastos recreativos o deseos, y el 20% para el ahorro. De este modo, se equilibran los 3 gastos principales que tendemos a tener mensualmente, y nos ayuda a ser más conscientes de nuestras costumbres.
Método ALP
Su denominación completa es “aparta lo primero”. Un excelente nombre. Y es que parece que, si únicamente disponemos de una fracción de nuestros ingresos, nos las ingenamos para subsistir el resto del mes con esa suma (siempre que sea sensata, por supuesto). De esta manera, este enfoque sugiere que elaboremos un presupuesto mensual para que así, saquemos la suma que deseamos reservar, y la separemos primero.
Método de Harv Eker
Este enfoque establece que se asignará el 55% de tus ganancias a las necesidades primarias y a los gastos fijos esenciales. El 45% restante se reparte en:
- Un 10% destinado a la inversión.
- Un 10% destinado a capacitación.
- Un 10% para entretenimiento y deseos.
- Un 10% para ahorrar.
- Y el 5% que queda para fines benéficos.
Está bien, quizás Harv Eker sea demasiado optimista con este sistema. Siendo conscientes, muchas personas no disponen de suficiente dinero como para destinarlo a inversiones o realizar donaciones. Por lo tanto, este sistema está más dirigido a individuos con amplias riquezas.
El reto de las 52 semanas
Aunque no se trata de un método en sí, es un desafío de ahorro que implica ir guardando cada semana del año 1€ adicional en comparación con la anterior: 1€ en la semana 1, 2€ en la semana 2, y así sucesivamente hasta la 52, donde se ahorrarán 52€. Al término del año, lograremos un total de 1.378€ de ahorro.
El reto de los 30 días
En esta situación, es semejante a la anterior, pero cada jornada y a lo largo de un mes. Esto significa que el día 1 ahorras 1€, el día 2 ahorras 2€, y así sucesivamente. Así, acumularás en un mes. 465€. Es posible reducir la cantidad inicial para que se ajuste mejor a tu situación; al final, el propósito es establecer un objetivo alcanzable que te permita cumplir cada día y lograr ese ahorro.
Si deseas informarte sobre otros métodos de ahorro para eventuales contratiempos, te compartimos aquí un artículo en el que te explicamos más.
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