Pareja de Hecho o Casarse: ¿Qué es Mejor a Nivel Fiscal? | TaxDown
En resumen, ¿qué es el gerundio?
Elegir entre contraer matrimonio o ser pareja de hecho implica evaluar diferencias fiscales notables. Los matrimonios se benefician de ventajas como la posibilidad de presentar la declaración conjunta en el IRPF, deducciones por contribuciones a planes de pensiones, discapacidad y vivienda habitual, además de beneficios en la pensión de viudedad e Impuesto de Sucesiones. Las parejas de hecho, aunque con limitaciones en estas áreas, pueden lograr ventajas fiscales si tienen descendencia en común. La decisión entre ambas alternativas debe fundamentarse en un análisis de la situación personal y económica, dado que influye tanto en la relación como en la economía del hogar.
Si has llegado hasta aquí, probablemente te estás cuestionando si resulta más beneficioso desde el punto de vista fiscal estar casado o vivir como pareja de hecho. La contestación, aunque pueda lucir compleja, se clarifica al examinar las variaciones fiscales que hay entre las dos alternativas. Por lo tanto, vamos a desglosar este asunto para que puedas elegir la opción más adecuada según tu circunstancia.
Diferencias fiscales entre el matrimonio y la unión de hecho
Declaración conjunta: un privilegio del matrimonio
Una de las ventajas más destacadas del matrimonio es la capacidad de practicar una declaración conjunta en el IRPF, algo prohibido para las parejas de hecho. Esta alternativa es particularmente seductora cuando uno de los cónyuges no tiene empleo o sus ganancias son considerablemente inferiores, pudiendo suponer una reducción de hasta 3.400 euros. ¡No está nada mal como motivación para aceptar el «sí, quiero»!
Deducciones por aportaciones y discapacidad
El matrimonio también brinda acceso a deducciones fiscales particulares que las parejas de hecho no tienen la oportunidad de aprovechar. Por ejemplo, si aportas al plan de pensiones de tu pareja, puedes obtener beneficios de una reducción adicional de hasta 1.000 euros anuales. Asimismo, si tu compañero tiene una discapacidad mayor al 33%, podrás solicitar una deducción de 1.200 euros en tu declaración del IRPF.

Deducción por vivienda habitual
Otro beneficio exclusivo de los matrimonios es la deducción por residencia habitual. En caso de que uno de los cónyuges deje el hogar pero continúe aportando a la hipoteca, y los hijos de la pareja permanezcan en la vivienda, se puede seguir utilizando esta deducción. Las parejas de hecho, por otro lado, no pueden acceder a este privilegio.
Pensión de viudedad e Impuesto de Sucesiones
Más allá del IRPF, el casamiento brinda beneficios en otras áreas impositivas. Por ejemplo, el acceso a la pensión de viudedad y las deducciones en el Impuesto de Sucesiones son más fáciles de obtener para los esposos casados. Las uniones de hecho han de probar una convivencia constante de, por lo menos, cinco años para acceder a ventajas similares, y aun así, las reducciones en el Impuesto de Sucesiones varían según la normativa de cada comunidad autónoma.
¿Y las parejas de hecho?
No todo está acabado para las parejas de hecho, especialmente si comparten hijos. En tales situaciones, se aplican ventajas fiscales de manera proporcional, sin importar si están casados o no. No obstante, estos beneficios son más restringidos en comparación con los que gozan los matrimonios.
No todo son noticias negativas. A pesar de que las parejas de hecho no tienen acceso a la tributación conjunta en las mismas condiciones que los matrimonios, hay diversas maneras de mejorar la declaración de la renta y asegurarse de no abonar de más. Si utilizas Taxdown, nos ocuparemos de descubrir hasta la última deducción que sea relevante para tu situación y podrás ahorrar una buena cantidad de dinero en tu declaración de la renta.
Adicionalmente, es fundamental tener en cuenta otros factores como la sucesión y la prestación por viudedad. Aunque los esposos tienen derecho al usufructo del tercio de la sucesión y la solicitud de la pensión de viudedad es más un procedimiento que un reto, las parejas de hecho deben satisfacer condiciones adicionales y, en ciertos casos, pueden experimentar menor protección.

Conclusión
Optar entre el matrimonio o establecer una pareja de hecho no es únicamente una cuestión de gustos personales o de compromiso afectivo; también requiere evaluar significativas disparidades fiscales. Aunque el matrimonio brinda una variedad más extensa de ventajas fiscales, especialmente en lo que se refiere a la declaración conjunta del IRPF, deducciones específicas, y beneficios en la pensión de viudedad e Impuesto de Sucesiones, las uniones de hecho también gozan de algunas ventajas, especialmente cuando hay descendencia involucrada.
Al final, la resolución debe fundamentarse en un análisis exhaustivo de tu circunstancia personal, económica y familiar. Ten presente que la opción de contraer matrimonio o ser pareja de hecho impacta no solo en tu vínculo, sino también en tus finanzas. ¡Así que decide con precaución!