Ley General Tributaria: qué es y cómo funciona| TaxDown
Que todos somos responsables de ayudar a financiar los gastos públicos con nuestras ganancias no es nada que tú desconozcas. Y abonar impuestos, por supuesto, es algo que agrada poco (o muy, muy poco) pero es ineludible.
En nuestro sistema legal existen diversas regulaciones que abordan este tema, pero aquí nos concentramos en la que constituye el fundamento para todo lo demás: la Ley General Tributaria (que representa la ley 58/2003 del 17 de diciembre).
La normativa jurídica de los impuestos en España
Para que puedas orientarte mejor, será útil que tengas una “perspectiva panorámica” sobre la regulación de los impuestos en España. Visualiza una pirámide en la que los distintos estratos son más o menos los siguientes:
1.- La constitución.
Se hallará en la cima y establece, en su artículo 31, la obligación general que ya conocemos de la siguiente manera: “Todos aportarán al financiamiento de los gastos públicos conforme a su capacidad económica a través de un sistema fiscal equitativo fundamentado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá un carácter confiscatorio.”
2.- La Ley General de Tributación (LGT).
Define el contexto jurídico de todo lo concerniente a los impuestos y abarca los principios fundamentales y básicos que predominan en este ámbito.
3.- Las normativas y disposiciones específicas de cada impuesto.
Cada impuesto se rige por su propia legislación, que generalmente consiste en una ley ordinaria y el reglamento que la complementa, lo cual implica que los reglamentos abordan aspectos más específicos que la ley. Por ejemplo, la Ley 35/2066 de 28 de noviembre sobre el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el Real Decreto 439/2007 de 30 de marzo que aprueba el Reglamento de este impuesto.

¿Qué significa la Ley General Tributaria?
De acuerdo con su fundamentación, “la Ley General Tributaria constituye el núcleo fundamental del sistema tributario en el que se agrupan sus principios básicos y se establecen las interacciones entre la Administración tributaria y los contribuyentes”.
No hay una forma más adecuada de explicarlo…
Y es que toda la legislación fiscal debe acatar los principios definidos en la Ley General Tributaria y en ella se regulan:
- Las directrices a seguir en lo que respecta a la elaboración, implementación y comprensión de las normas fiscales, así como las categorías de impuestos que existen.
- Los variados componentes que conforman la obligación fiscal (por ejemplo, contribuyente, hecho generador, obligación tributaria, responsabilidad, modalidades de pago, etc.)
- Los trámites administrativos en este ámbito (trámites de gestión, supervisión, cobro, etc.)
- Las violaciones y penalizaciones, estableciendo, por ejemplo, qué acciones se consideran infracciones fiscales, de qué manera se castigan, el proceso a seguir en cada situación, etc.
- La evaluación de las acciones realizadas por la Administración, es decir, los mecanismos que los ciudadanos tenemos para solicitar a la AEAT (Agencia Estatal de la Administración Tributaria) que rectifique sus conductas y los trámites para hacerlo (por ejemplo, recurso de reposición, reclamación económico-administrativa, etc.)
Particularidades de la Ley General de Tributación
Subrayaríamos tres rasgos de la Ley General Tributaria:
- Se implementa en toda la geografía española, sin menoscabo de los acuerdos de concierto económico con Navarra y el País Vasco.
- Es una norma base, en el sentido de que establece los principios fundamentales que deben gobernar tanto en todo lo relacionado con los impuestos como en las interacciones entre la administración y los ciudadanos.
- Define de manera precisa las metas que busca alcanzar, que son “fortalecer las garantías de los contribuyentes y la seguridad jurídica, promover la uniformidad de criterios en la gestión administrativa, facilitar el uso de las nuevas tecnologías y modernizar los procesos tributarios, crear mecanismos que fortalezcan la lucha contra el fraude, el control fiscal y la recuperación de las deudas tributarias, así como reducir los niveles actuales de litigiosidad en el ámbito tributario”.

Categorías de Impuestos según esta normativa
Los impuestos son las aportaciones que los ciudadanos debemos efectuar en beneficio del estado. Están regulados por ley y su objetivo es doble:
- Con ellos se financian los gastos públicos.
- Son un instrumento de política económica en el sentido de que se puede influir en el comportamiento de la población. Por ejemplo, si se incrementan los impuestos sobre el ahorro, se incentivará la inversión, ya que los contribuyentes optarán por destinar su dinero a inversiones en lugar de abonar impuestos mayores por mantenerlo ahorrado. O si se disminuyen, por ejemplo, los impuestos que gravan la adquisición de vehículos, se impulsará el crecimiento en la venta de automóviles.
Se determinan, como era de esperar, en la LGT en su artículo 2, donde se especifican tres categorías de tributos:
1.- Tasas
Los impuestos son los que el estado obtiene cuando:
- El contribuyente obtiene una ventaja, ya sea por el uso de un bien público o por la obtención de un servicio ofrecido por la administración.
- Y no sea de solicitud opcional o pueda ser proporcionado por el sector gubernamental.
Por ejemplo: el costo que abonas por la actualización del carnet de conducir es una tarifa, dado que la Administración te brinda un servicio que no es opcional, puesto que si deseas conducir debes renovar el carnet al expirarse.
Un ejemplo adicional es la cantidad que abonas por un vado en un garaje. Se trata de la “tasa de entrada de vehículos” y tiene esta característica porque estás utilizando un área de dominio público (se destina exclusivamente para tu uso) ya que la administración te otorga autorización para ello, algo que el sector privado no puede llevar a cabo.
2.- Aportaciones especiales
Es el impuesto que se abona al recibir una ventaja o un incremento en el valor de los bienes debido a la ejecución de obras públicas o a la creación o expansión de servicios públicos.
Por ejemplo, si el consistorio te solicita el pago de un impuesto por expandir y optimizar el bordillo de tu vía, se trata de una contribución especial, ya que su fundamento radica en la ventaja que recibes de la obra que se ha realizado.
Y lo mismo sucede si se extiende la ruta de autobús hasta la área donde se ubica tu negocio, por ejemplo.
3.- Impuestos
Los impuestos son los gravámenes que se abonan al llevar a cabo ciertas acciones que, de acuerdo con la legislación, evidencian la capacidad financiera del obligado tributario y sin que haya ninguna gestión por parte de la administración ni se reciba un beneficio específico (como sucede con las tasas y contribuciones especiales).
Por ejemplo, tendrás que abonar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas si percibes ingresos económicos en la extensión que determina la normativa. O deberás pagar el Impuesto sobre el Valor Añadido cada vez que efectúes una compra, por ejemplo, ya que es un impuesto que afecta la capacidad económica que se evidencia a través del consumo.
Recomendar TaxDown
Las tarifas y contribuciones especiales son bastante sencillas de liquidar, pero la mayoría de los tributos son un poco más complejos. Y no realizarlos correctamente trae consigo problemas y sanciones. Sin embargo, esto no tiene por qué ser tu situación, porque en Tax Down estamos aquí para hacerte más fácil todo lo relacionado con tus impuestos si tienes un negocio, o tu declaración de la renta si eres trabajador por cuenta ajena.
¿Deseas que los impuestos no te causen desvelos? Confía en Tax Down, ya que sobre este asunto tenemos un gran dominio (y también sobre la Ley General Tributaria).