Impuestos Diferidos: Todo lo que Debes Saber | tax-down
Como su propio denominativo sugiere, el impuesto en diferido es una valoración de un impuesto que se emplea en el campo de la contabilidad para reconocer aquellos impuestos que se pagarán (o no) y que no se podrán deducir en la declaración de la renta del período en el que se realicen los cálculos, pero sí en los siguientes.
Como su propio nombre lo señala, el impuesto en diferido es una proyección de un impuesto que se utiliza en el campo de la contabilidad para reconocer aquellos impuestos que se pagarán (o no) y que no se aplicarán como deducciones en la declaración de la renta del periodo en el que se determinen, pero sí en los siguientes.
¿Qué es un impuesto diferido?
Fundamentalmente, se trata del cálculo de unos impuestos futuros acerca de las acciones de una compañía o persona, y pueden pagar por adelantado o postponer el abono para un instante más adecuado.
El impuesto diferido es algo difícil de explicar, pero se emplea principalmente para equilibrar gastos anteriores y venideros, pero precisamente en el instante en que se registran.
¿Por qué surge el impuesto diferido?
Porque en el ámbito empresarial es necesario distinguir entre dos clases de valoraciones: la contable y la tributaria; y considerar este impuesto. ayuda a prever las consecuencias económicas de los próximos años.
Comprendemos que el impuesto diferido no es sencillo de entender. Y será aún más complicado cuando te informemos que existen dos categorías: activos y pasivos.
- Los activos son aquellos en los que la compañía o persona abona un impuesto superior en el momento actual. Y, por consiguiente, en el futuro desembolsará menos.
- Mientras que los pasivos son totalmente opuestos: aquellos en los que la compañía o la persona paga un impuesto más bajo en el presente, retrasando ese pago para los períodos futuros de la renta (donde pagará más, por supuesto).
Por cierto, no te lo hemos mencionado ya que nos parece bastante complicado, sin embargo el impuesto diferido tiene su antítesis: el impuesto corriente. Igualmente podrían haberle puesto el nombre impuesto normal y todos estaríamos felices, pero dado que la fiscalidad parece diseñada para no ser entendida, lo mantuvieron con ese nombre. La cuestión es que el impuesto corriente es el monto que la compañía abona en tributos debido a un evento que ocurre en el mismo periodo, y no en períodos futuros ni anteriores, tal como sucede con el impuesto diferido.
Es fundamental destacar que el cálculo del impuesto diferido se realiza en función del porcentaje que esos impuestos representan al momento de ser registrados; es decir, sobre la normativa vigente que ocurre al momento de realizar los cálculos.
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Activos por impuesto diferido
Y ahora pasemos a una nueva definición: el activo por impuesto diferido. Es esencialmente el monto de impuestos que la compañía o la persona pueden reintegrar en periodos venideros, ya sea por créditos tributarios acumulados, diferencias temporales deducibles o pérdidas acumuladas relacionadas con impuestos.
La forma de saldar el activo por impuesto diferido es a través de impuestos que consideren la cancelación de los pasivos y la recuperación de los activos.
Ejemplos
Un ejemplo de impuesto diferido activo sería en el momento en que la entidad o la persona producen créditos fiscales debido a unas pérdidas. Y esos créditos podrían ser utilizados en períodos posteriores.
Un ejemplo de impuesto diferido pasivo sería un incremento en el valor de las inversiones que tengamos.
Cómo contabilizar un impuesto diferido
De acuerdo a los especialistas, existen dos formas de registrar un impuesto diferido:
- Método del resultado. Considerando la distinción entre el impuesto sobre la renta y el gasto tributario, se generarían los impuestos diferidos, tanto en su forma activa como pasiva.
- Método del balance. En esta situación, se determinan realizando un equilibrio entre el valor fiscal y el valor contable de los activos de la compañía.
Tras esta publicación, esperamos que te haya quedado un poco más entendible este tema tributario. O, al menos, para que te des cuenta de que en España, además de las indemnizaciones en diferido, también hay impuestos en diferido.